14.4.14

Mi Tercera Primera Impresión



              Es mágico ver cómo el lugar donde vives cambia, crece y avanza contigo. Ya han pasado 91 días y 8 horas desde que llegué a Finlandia, pero no es como si estuviera llevando una cuenta exacta de los minutos. Podríamos decir que ya he llegado a la etapa de adaptación y tengo que decir que me está gustando demasiado. Los fineses han cumplido con todos sus estereotipos y llenado todas las expectativas. Se definen como personas tímidas y reservadas, calladas al principio. Sola y únicamente al principio. Son leales, honestos y sencillos. Así son en todos los aspectos de la vida, ya sea en los estudios, el trabajo, en relaciones amorosas y demás. Siendo latina, es normal para mí ser amigable y sonriente. Aquí estar sonriente y riéndose mucho es sinónimo de tener alcohol en el torrente sanguíneo. Y los que me conocen y saben la cantidad de veces al día que me estoy riendo o haciendo alguna monería, ya se pueden imaginar cuan borracha pensaran los fineses que estoy.



                Progresivamente me he adaptado al estilo de vida, al ritmo de caminar. Es un espectáculo ver a hombres y mujeres de todas las edades correr hacia la parada del tren, autobús o metro con tal de no perderlo porque no esperan por nadie. Y claro, yo he corrido demasiadas veces detrás de cada uno de ellos; muchas carreras resultan exitosas, pero la mayoría terminan en “the walk of shame”. Tambien ya me he adaptado a los productos fineses. Todavía sigo utilizando la técnica de “tanteo y error” con algunos alimentos pues por más linda que se vea la envoltura no me asegura absolutamente nada.

Leipäjuusto (queso finés ahumado) con mermelada de cloudberry sobre una galleta de avena. Deli - cioso.


                He tenido la bendición de conocer a tanta gente linda aquí en Finlandia y hasta reencontrarme con compañeros de estudio que fueron desde aquí a Puerto Rico de intercambio. No solo personas de Finlandia sino también de todo el mundo, desde Francia y Estonia hasta Corea del Sur. Y en especial la gente de la iglesia adventista, la internacional y la finesa, me han dado tanto cariño y atención. Por supuesto no puedo dejar de mencionar a mis fabulosas roomates que son mis hermanas, madres, hijas, cómplices en crimen, de todo. ¿Quién pensaría que 8 chicas de 5 países diferentes se podían llevar tan bien?


Cada nueva experiencia me hace ver a Finlandia y la vida en una perspectiva diferente e interesante. Espero poder seguir siendo curiosa. Curiosa de la cultura, de la gente, de emociones, de experiencias. De la vida.