Cada vez
que despierto en mi pequeño cuarto totalmente blanco y miro por la ventana caigo en cuenta de que no estoy en Puerto Rico. Siento como si todavía no he despertado de un sueño, pero sí,
esta es mi nueva realidad. Me da risa pensar que el año pasado le dije a mi
madre la posibilidad de viajar a Finlandia para estudiar como un comentario, un
plan imaginario. Y cuando ella pensó que esa idea alocada se me iba a ir en unas
cuantas semanas, me da más risa todavía. Al día de hoy no tengo una imagen
clara de dónde salió esa iniciativa pero con mi espíritu aventurero no me
arrepiento. Ya para mediados del 2013 el plan se estaba concretizando y todo
estaba empezando a coger forma, una muy abstracta. El camino a Finlandia fue uno
rocoso, emocionante, estresante, revoltoso
y todos los otros -osos y -antes. De todas las dificultades que surgieron para
yo poder llegar a Finlandia los que más me afectaron fueron la documentación y
lo económico. Tengo que confesar que
hubo muchas veces en las que simplemente tuve que detenerme a llorar porque no
podía más con el estrés.
El semestre
antes del intercambio estaba tomando clases de noche y realizando la práctica
de día, tenía un horario un poco incómodo pues cuando hacían reuniones acerca
del viaje no podía asistir pues trabajaba en el mismo horario que el personal
de la universidad, y cuando yo salía, ellos ya habían salido también. Me pasó
lo mismo con todas las demás oficinas a las que tenía que ir por una u otra
razón. Solicitar ayuda económica, ni se diga. Más adelante haré un presupuesto
actualizado para aquellos interesados en estudiar en el extranjero, para que
tengan una idea. No es para desanimarlos, al contrario, es para que tengan información
actualizada y concreta, para que tengan una meta real. No me gusta hablar mucho
sobre lo financiero pero la realidad es que no tenía el dinero para poder
realizar el intercambio. No preguntes por qué me tiré la maroma sin dinero.
Pero comoquiera, continué con los planes y cuando mi coordinadora de asuntos
internacionales me preguntaba cómo iba a conseguir el dinero mi cara más blanca
de lo que soy no se podía poner. Solicité toda beca y ayuda gubernamental
posible sin éxito alguno. Y así decidí hacer mi página de Sweet Memories y
comencé a vender mis creaciones. Poco a poco mientras se fue esparciendo la
noticia sobre mi intercambio algo increíble sucedió.
Por eso
escribí esta entrada, no podía continuar sin hacerlo. Quiero a través de estas
palabras darle las gracias a todos aquellos que me ayudaron directa o
indirectamente. He recibido un apoyo y una ayuda que no puedo describir con
palabras. Me sentí querida y pude sentir su preocupación y aprecio hacia mí. Recibí
ayuda de mis familiares, amigos, hermanos de la iglesia, profesores,
consejeros, compañeros de trabajo y hasta de extraños. A través de esta
experiencia he visto cómo Dios provee y suple; Él SIEMPRE cumple Sus promesas. No me arrepiento, esta oportunidad ha sido increíble y valió la pena. Estoy eternamente agradecida a cada uno de ustedes y hasta los que me apoyan a
través de este blog, puedo sentir que no estoy haciendo este recorrido sola,
siento su apoyo. Gracias.
( Sí, este
es mi momento para mi discurso como si estuviera en los premios Oscars XD )
#dontjudgeme
Gracias primeramente
a Dios, quién ha hecho todo esto posible.
A mis
padres por dar su todo por mí, igual abuela y Lelis, mi pequeña hermana mayor.
Gracias a
mi primo favorito y único Ramoncito y mis tíos y padrinos Janet y Ramón. ¡¡¡Pakaaaa!!!
A mi titi
Eva y toda la familia. También a titi Rosa y Raúl y Rosa Angélica. A mi tío
David y familia. Sé que siempre piensan en mí. Y todos mis tíos y tías; ¡son demasiados!
Gracias a
la prima de mami, Yayi y su esposo. Mil gracias.
Gracias a
todos mis clientes de Sweet
Memories, a mi administradora Olga Agosto, mi consejera profesional Janette
Casellas, mi clienta #1 – Keishla Álvarez y a mis futuros empleados Niña y José
Luis Ortega.
Gracias a Tito y a Mariel por hospedarme cuando tuve que ir a la Embajada de Finlandia en Washington D.C. Dieron la milla extra, mil gracias.
Gracias a
mis queridos hermanos de la Iglesia Adventista de Sabana Llana. En especial a
Abuela Ana (Pérez), Ana Rosa, Migdalia, Marta Month, Carmín, Mercy Millán,
Evelin Ramos, Adán Vásquez, Olga y Janette.
Gracias a
mi alma mater, la Academia
Adventista Metropolitana y su actual director Danael Rodriguez.
A la oficina
de Fideicomiso de la Asociación Adventista del Este y su actual director Héctor
L. Reyes.
A la Unión Puertorriqueña,
en especial a Luis A. Rivera Maldonado.
Al personal
de Four Points by Sheraton en
Caguas, porque pude aprender tanto y por toda su ayuda. En especial a mis
supervisores en X.O.
Le Bistro: Gloryvette Rodríguez, Patrick Tracy, Víctor Concepción y Eduardo.
Gracias a mis súper compañeros: Kayshla, Neftalí, Ángel, Fabián, Ale, Picón,
Edwin, Felipe, Nancy y a todos los demás. En especial mil gracias Astrid, estás
pasá.
Gracias a
María del Carmen Quiñones, mi maestra de español de 5to grado.
Gracias a
Luis Guadalupe por tu ayuda y tus palabras.
Gracias a
José Luis Rodríguez, maestro en la Academia
Regional Adventista de Caguas.
Gracias,
una y otra vez, es lo único que puedo decir. Cada uno de ustedes son los que me
ayudan a seguir adelante, son la razón por la cual puedo levantarme y me dan
ganas de seguir adelante. Me impulsan en los días que quisiera quedarme
calientita durmiendo en vez de salir a enfrentar el frío. Gracias por su ayuda en todos los aspectos: económico, emocional, espiritual, etc. Son quienes me ayudan
a tomar buenas decisiones y motivan dar lo mejor de mí. Por eso y mucho más:
GRACIAS de lo profundo de mi corazón.
P.D.: Si se
me quedó algún nombre, discúlpenme, porque fue mucha gente la que me ayudó.